En la historia de la hija de Jairo en Mateo 9:18-26 y Lucas 8:40-56, ¿por qué dijo Jesús que la joven está dormida cuando estaba muerta?
Así dijo porque quería que los oyentes entendieran que delante de él, la muerte no existe como nosotros la concebimos; la muerte no tiene poder.
Para nosotros, la muerte es final; parece invencible. Por eso dijeron los mensajeros en Lucas 8:49: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
Pero para Jesús, la muerte es el estar dormido, nada más. Él tiene poder para resucitar a los muertos (como demostró en el milagro); para él, la muerte nunca es final. Entonces dice que se ha dormido, algo chocante y aun absurdo para multitud, para llamarle la atención al error e incredulidad que guardan ellos sobre su identidad.
Vemos este ejemplo aún más claramente en Juan 11. Jesús y los discípulos han recibido noticias de que Lázaro se ha enfermado. Después de dos días, Jesús les dice: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis (Juan 11:11-15). Note como en este ejemplo, Jesús cambia de vocabulario de ‹‹duerme›› a ‹‹ha muerto››, no sólo para clarificar la situación a sus discípulos sino para responder a su incredulidad. Así es su propósito al hablar de la hija de Jairo también.
Para nosotros, la muerte es final; parece invencible. Por eso dijeron los mensajeros en Lucas 8:49: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
Pero para Jesús, la muerte es el estar dormido, nada más. Él tiene poder para resucitar a los muertos (como demostró en el milagro); para él, la muerte nunca es final. Entonces dice que se ha dormido, algo chocante y aun absurdo para multitud, para llamarle la atención al error e incredulidad que guardan ellos sobre su identidad.
Vemos este ejemplo aún más claramente en Juan 11. Jesús y los discípulos han recibido noticias de que Lázaro se ha enfermado. Después de dos días, Jesús les dice: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis (Juan 11:11-15). Note como en este ejemplo, Jesús cambia de vocabulario de ‹‹duerme›› a ‹‹ha muerto››, no sólo para clarificar la situación a sus discípulos sino para responder a su incredulidad. Así es su propósito al hablar de la hija de Jairo también.